Lo ideal es tratar el tejado de forma preventiva (recomendado a menudo por los constructores) para evitar que el musgo dañe las tejas o pizarras. Una vez realizado el tratamiento curativo, debes realizar un tratamiento preventivo cada 2 ó 3 años. De forma indicativa, para un tejado medio de 150 m2, el coste del antimusgo es de aproximadamente 30 euros. Por eso es interesante poder limpiar el techo tú mismo.
Las algas, los líquenes y otros musgos dañan constantemente tu tejado. Hay que reaccionar antes de que el daño sea irreparable.
No esperes a tener que volver a techar tu tejado, elimina el musgo a fondo con el equipo necesario.
Con un palo telescópico, comienza a fregar para eliminar todos los residuos que se han depositado en el techo. Esto se llama raspar y es un paso esencial para poder tratar una superficie mantenida.
Evita las altas temperaturas, ya que el antiespumante se evaporará y perderá su eficacia.
Para eliminar el musgo de un tejado, basta con aplicar un antimusgo a menudo diluido a menudo. Los musgos, líquenes y algas serán eliminados por la lluvia y el viento. Dependiendo del tipo de suciedad, el tiempo necesario es de aproximadamente 1 a 6 meses. Si el techo está demasiado sucio, puede ser necesario hacer una segunda capa.
Para luchar eficazmente contra el musgo que invade tu tejado o se extiende por tus fachadas, utiliza un sistema que te permita enviar el producto hacia arriba, pulveriza tu producto anti-musgo destinado a la eliminación de los depósitos verdes, algas, líquenes, manchas...
Ten cuidado con los productos inmediatos, la lejía por ejemplo, son corrosivos y eliminarán la protección natural de tus materiales. Si tienes ganchos o canalones galvanizados, también se oxidarán.
Respeta cuidadosamente el tiempo recomendado en el manual del producto antes de pulverizar y, tras el reposo, utiliza un palo telescópico para barrer los últimos restos.
Los musgos no desaparecen al instante. Puedes contar con 1 a 6 meses dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de suciedad.