Como cada año con la llegada del calor, el mantenimiento del exterior de la casa se convierte en una prioridad para todos nosotros, y tenemos que enfrentarnos a un problema recurrente: ¿cómo limpiar el techo de mi veranda?
La limpieza periódica de las partes superiores de las verandas, pérgolas, techos de cristal y otras extensiones mejora su aspecto y evita el envejecimiento prematuro. Lo ideal es que esta limpieza se realice dos veces al año para evitar el enverdecimiento; aunque pueda variar en función de la orientación de la estructura (Norte, Sur, Este, Oeste), del entorno (árboles, vista al mar...) y de la situación geográfica.
¿CÓMO?
Para este mantenimiento, recomendamos favorecer el uso de un cepillo de lavado y un palo telescópico, siendo lo ideal tener una entrada de agua directamente con una conexión al palo.
La limpieza en seco también evita que el polvo y el polen se estanquen y creen una capa opaca en el techo. Lo único que hay que hacer es conectar una microfibra al palo telescópico.
En más de la mitad de las situaciones tendrás que situarte a la altura del techo de la veranda con la ayuda de una escalera o para acceder a una habitación superior. La medida del palo telescópico variará en función de la profundidad del invernadero, en general recomendamos un palo de 4 metros para una profundidad más o menos estándar de 3,5 metros.
Cristal, policarbonato, pvc, techos de aluminio; el cepillo de lavado flexible te permite fregar sin rayar la superficie, y para los más concienzudos podeís terminar el trabajo con una mojadora/rasqueta...
Puede ver el material en un vídeo.
¿Productos químicos? sí, pero nada agresivo, usa un producto especialmente adaptado por sus virtudes desengrasantes. Recuerda aclarar bien la superficie, porque no olvides que las marcas suelen provenir del secado del producto...
EN RESUMEN:
-Palo telescópico hidroeléctrico
-Cepillo de fregado suave
-Agente humectante/limpiador
-Líquido
y sobre todo fuerza de voluntad... 🙂 Hasta pronto.